En la década de 1980, la tecnología comenzó a dar grandes pasos hacia adelante. Las interfaces de usuario de aquella época eran simples, funcionales y directas, reflejando un enfoque práctico en el diseño de software. Pantallas con texto monocromático y gráficos básicos eran la norma, y el enfoque principal era la funcionalidad más que la estética.
Las computadoras personales empezaron a ganar popularidad, y con ellas surgieron nuevas maneras de interactuar con la tecnología. Desde los primeros sistemas operativos como MS-DOS hasta la aparición de interfaces gráficas como las de Apple Macintosh, la evolución de la tecnología de interfaz de usuario sentó las bases para los desarrollos futuros.
Escaneo
A medida que los desarrolladores se familiarizaban con las capacidades de hardware y software, las interfaces comenzaron a incorporar elementos más sofisticados. Sin embargo, la esencia de la simplicidad y la eficiencia permaneció en el corazón del diseño. Teclados y comandos de texto fueron las principales herramientas de interacción, promoviendo una experiencia directa y sin complicaciones.